sábado, 23 de junio de 2012

Flores de telas


Por fin un fin de semana tranquilo. Por fin las mil reuniones de Tano, mis sesiones, los informes de final de curso y las celebraciones dejan paso a la calma. Y con ella la paz en casa, las mañanas de desayunos en pijama, tomarse dos cafés seguidos, leer, tomar el sol y ¡las manualidades! ¡¡Yuhuuuuuuuuu!!


Ayer encontré unos retales antiguos de tamaño pequeño y, pensando en qué podía hacer con ellos, se me ocurrió que los podía convertir en broches. Hace un tiempo leí en una web que no recuerdo que se podían elaborar flores con círculos de tela, cosiéndolos entre sí y rematándolos con un botón.


Me pareció muy fácil, tenía todo lo necesario y además... ¡me encanta coser! Así que, tras el maravilloso desayuno, me puse el dedal y empecé por enhebrar la aguja. Para 5 flores he utilizado este MATERIAL:
35 discos de telas diversas de distintos tamaños, 7 para cada flor,
hilo del color apropiado (beig en mi caso),
5 botones, o lentejuelas, o cuentas sueltas,
tijeras,
3 imperdibles, o gomillas para el pelo, u horquillas...


ELABORACIÓN:
Cortamos todos los discos y realizamos 5 montoncitos con ellos, ordenándolos de mayor a menor tamaño. Si escogéis un tejido tipo hilo o lino quedarán más bonitos aún cuando, pasados unos días, los broches comiencen a deshilacharse un poco. ¡Me gusta ese efecto!
Coseremos los discos por el centro, cuidando de hacer un pequeño pliegue en algunos de ellos para que el resultado sea un poco rizado. También podemos aprovechar las pasadas para ir añadiendo las cuentas o botones que hayáis elegido para ser el centro de la flor.


En el caso del broche de las tres flores juntas es necesario coser, ya cuando estén terminadas, un pequeño trozo de tela por detrás que las una entre sí y que aporte rigidez al broche.
Para terminar se engarzan por la parte trasera un imperdible a cada uno para poder después prenderlos en la  prenda que queráis. También podéis utilizar estas flores como horquillas para el pelo, o cosidas a un cinturón, o en una diadema.


Yo he preferido convertirlas en broches para darles un aire diferente a mis camisetas básicas, tengo muchas y de esta manera les confiero más personalidad. Ahora, además de usarlas para ir a trabajar o a hacer la compra, puedo llevarlas cualquier noche para salir, ¿no os parece?



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