martes, 26 de abril de 2011

Ya hemos debutado con galletas


Nuestras primeras galletitas tenían que cumplir dos condiciones: la primera que tuvieran una receta fácil porque somos principiantes, y la segunda que tenían que ser sin gluten porque queríamos llevarlas a una reunión familiar y nuestra sobrina es celíaca. ¡Y lo conseguimos!
Buscando por la red encontré una receta sencillísima de "Caprichos sin gluten", y muy rápida porque no hacía falta reposar la masa. Lo que ya nos hizo decidirnos fue que... ¡El ingredientes principal es la leche condensada! :)


INGREDIENTES para unas 50 galletas:
175 gr. de maizena,
175 gr. de harina de arroz,
125 gr. de mantequilla,
1 huevo,
200 gr. de leche condensada.

PREPARACIÓN:
Mezclamos todos los ingredientes con la batidora a velocidad media hasta que veamos que están unificados y la masa es uniforme. Quedará consistente y un poco pegajosa, hacemos bolas con las manos y las colocamos en una bandeja de horno , sobre papel sulfurizado.
Con ayuda de un tenedor las aplastamos para que las púas se marquen y queden unas graciosas galletas rayadas. Las horneamos unos 15 minutos a 165º y ya podéis paladearlas y regalarlas.

Esperaba que estuvieran buenas pero no muy buenas porque, seamos sinceros, no todos los alimentos libres de gluten están conseguidos. Después de probar algunos de los productos que están a la venta en los supermercados y grandes almacenes hemos mirado a nuestra pequeña sobrina y no hemos comprendido como la pobre se lo come, en algunas ocasiones después de probarlo lo ha dejado en plato.
Pues no es el caso de estas galletas, son muy ricas, ligeras y crujientes, no demasiado dulces y con un sabor delicado. Probadlas porque el domingo los no celíacos también quedaron encantados.
Ya que le hemos cogido el gusto a preparar galletas me imagino que esta receta no será la última que os contemos, ya tenemos ganas de hacer las siguientes.

sábado, 23 de abril de 2011

Pan con trampa

Ya que el tiempo no acompaña NADA, nos hemos metido en la cocina para dar trabajo a nuestra flamante panificadora. Es la segunda vez que la utilizamos y como el estreno fue la receta dulce de brioche hoy hemos querido dar sentido a su nombre: ¡hemos hecho pan! Con un poco de trampa, dicho sea de paso.
Había leído que algunos blogueros culinarios habían usado la mezcla de harinas que vende Lidl, las hay de distintos tipos y me moría de ganas de probarlas. Son preparados que incluyen distintos tipos de harina, levadura, sal... en fin, que apenas hay que añadir agua y el pan sale sólo. La harina que hemos elegido en esta ocasión es una mezcla de trigo y centeno.
Si el primer día me quedé encantada con el funcionamiento de la panificadora hoy ha sido el remate, prometemos que nuestro trabajo se ha limitado a templar agua, pesar la harina y darle a un botón. Obviamente todo el mérito es para ella, hoy apenas hemos sido sus pinches de cocina.


En la cubeta hemos introducido los INGREDIENTES:
360 ml. de agua templada,
una cucharadita de aceite de oliva virgen
y 500 gr. del preparado de harinas que deben cubrir toda la superficie de agua.

Después hemos seleccionado el programa 1 de la SilverCrest destinado al horneado normal, y el nivel de tostado oscuro, resultado: IM-PRE-SIO-NAN-TE.


Muy esponjoso por dentro y crujiente la corteza, verdaderamente apetecible. El sabor es muy rico aunque distinto del casero de masa blanca que hemos hecho otras veces.

Hemos sentido una satisfacción enorme cuando ya lo hemos visto fuera de la cubeta, tan tierno. ¡Qué felices nos ha hecho este pan! Jijiji... Ya lo hemos catado :) Con un aceite de oliva buenísimo que Tano aromatizó hace semanas con orégano seco de nuestro jardín. Mañana saldrán de él nuestras tostadas, si es que nos encantan los desayunos de fin de semana.

miércoles, 20 de abril de 2011

Cupcakes de chocolate con arándanos

La culpa la tiene la tableta de chocolate negro con arándanos que compré en el supermercado hace unos días. Se me ocurrió que podría usarla para unos cupcakes pero con las prisas no me dió tiempo a hacer frosting así que quedaron finalmente sin adorno. ¡Lo importante es que gustaron de todas formas!


Seguí la receta de Uno de Dos, aunque la modifiqué un poquito. Me salieron ocho cupcakes bajitos, los INGREDIENTES son:
150 gr. de harina,
100 gr. de azúcar,
5 gr. de levadura,
una pizca de sal,
1 gr. de bicarbonato,
15 gr. de cacao puro en polvo,
40 gr. de chocolate,
60 gr. de mantequilla en pomada,
una pizca de esencia de vainilla,
1 huevo grande,
175 ml. de buttermilk*.

PREPARACIÓN:
En primer lugar he elaborado el buttermilk, ingrediente que nunca compro y que siempre preparo en casa. En una taza he echado unos 170 ml. de leche semidesnatada (sería mejor con la entera pero no tenía) y unos 5 ml. de vinagre de vino, lo he dejado reposar sin remover mientras he preparado la masa, en total el tiempo ronda los 15 minutos.
Mezclamos en un cuenco grande la harina tamizada, la levadura, el cacao, la sal y el bicarbonato. Mientras, en el microondas he fundido los trozos de chocolate, han sido unos 50 segundos, y lo reservamos para que se vaya templando.
En otro cuenco batimos la mantequilla y el azúcar hasta que la mezcla haya aumentado y se torne blanquecina. Añadimos entonces el chocolate fundido y mezclamos bien, después el huevo y batimos el conjunto para que se integre todo. Ahora integramos bien el buttermilk y después vamos incorporando y moviendo suavemente los ingredientes secos, yo lo he hecho en tres veces.
Ya podemos rellenar las cápsulas de papel en sus 2/3 partes y hornear a 175º unos 15 minutos.
Al finalizar los he dejado en los moldes 10 minutos para luego colocarlos en una rejilla, se enfriarán mejor. Si hubiera tenido tiempo les hubiera puesto frosting de nata montada poco azucarado, es ligero para unos cupcakes contundentes como éstos. Como tuve que irme pitando a trabajar el frosting tendrá que ser para otro día.

"Volverán las oscuras golondrinas..."

Como escribía Bécquer "Volverán las oscuras golondrinas, en tu balcón sus nidos a colgar...". Ésta de la foto ya ha vuelto, y cantaba sin freno ¿a quién estaría llamando? Mi familia y yo pasábamos por debajo este fin de semana pero ella no se asustó, siguió con su canto y posó mientras la fotografiábamos.
Esta ave migratoria tiene una prodigiosa memoria y capacidad de orientación, encuentra los mismos lugares un año tras otro. Con su cuerpo aerodinámico y sus fuertes alas realiza vuelos increíbles con giros rapidísimos que facilitan su caza, captura a sus presas en el aire. ¡Pobres insectos!
Aunque predomina el color negro azulado en su plumaje es característico el color cobre de su frente y cuello, así como el amarillento del pecho.
Siguiendo con nuestro paseo ¡creo que encontramos el objetivo de sus cantos!


¿A que son tres polluelos preciosos? Aquí los veis esperando en su firme nido de hierba y barro a que mamá les lleve comida. Vosotros no podéis verla pero la panorámica del mar que tienen desde donde están era envidiable. Menudas vistas.

martes, 12 de abril de 2011

Él era el Rey


foto de blogdelamusica.com
No quiero entrar en valoraciones de qué tipo de persona era, o si fue o no buen padre, o si llevó una buena vida. Pero vendió 750 millones de discos y ponía en pie un estadio con miles de personas sólo con enseñar su mano enguantada de blanco brillante. Algunos de esos discos están en mi casa, el primero me lo regaló mi padre cuando yo no había cumplido los 14 años, ¡"Dangerous" en vinilo! Me convertí en su fan inmediatamente.

foto de cinesmas.blogspot.com
Él era "El Rey del Pop", un artista único. Puede gustar o no pero poner en duda su talento me parecería un atrevimiento. Era un increíble bailarín, compositor, cantante, coreógrafo, arreglista y revolucionó el mundo de la música y de los videos musicales.
Hay poco más que decir de él, ya se ha dicho y contado todo. Yo me moriré con la pena de no haber visto un concierto de Michael Jackson y ya no tiene arreglo porque el mundo lo ha perdido. Se fue y ha dejado un vacío musical a quienes le seguíamos.

Os envío el enlace de un par de videos porque hay quien dice que lo único que hacía era girar y tocarse la entrepierna. El primero es la canción de "Smooth Criminal" en concierto, el segundo es de cuando muy joven ya lideraba los Jacksons 5. Seguro que ninguno de vosotros conseguirá verlo y escucharlo sin mover un músculo, ¿apostamos con su "Blame it on the boogie"?

http://www.youtube.com/watch?v=JueZwe_tkUk&feature=fvsr

http://www.youtube.com/watch?v=nb1u7wMKywM&feature=related

domingo, 10 de abril de 2011

Nuestro primer brioche

¡Victoria! Nuestro primer brioche acaba de salir del horno, tierno, esponjoso, calentito, ¡perfecto!


Qué ilusión me hacía estrenar mi flamante panificadora, regalo de mi madre. Nos enteramos que se ponía a la venta en Lidl por uno de los blogs gastronómicos que más sigo, Kanela y limón. Y qué maravilla, la verdad, de uso nada complejo y quita mucho trabajo cuando queramos elaborar cualquier tipo de masa.
No queríamos estrenarla con pan sino con brioche, una masa exquisita, fina y dulce. Tiene origen francés hecha a base de huevos, harina, leche, levadura y mantequilla. ¡Y mantequilla! Hay algo más rico en este mundo que la mantequilla derretida... ¡Nunca hay suficiente mantequilla! Cómo bien dicen en la peli Julie y Julia (espero que la hayáis visto, me gustó mucho).
Esta mañana de domingo sólo ha habido que encender la panificadora, poner dentro los ingredientes y esperar a que ella haga su trabajo. Vamos a comentarlo con imágenes que siempre es más clarificador. Empezamos con la receta.

INGREDIENTES:
350 gr. de harina de fuerza
125 ml. de agua
60 gr. de azúcar
pizca de sal
40 gr. de mantequilla en pomada
20 gr. de levadura fresca
1 pelín de esencia de vainilla
1 huevo más 1 yema (para pintar los bollitos)

PREPARACIÓN:
Pasamos un paño húmedo y limpio por la cubeta, colocamos las palas en su sitio y empezamos con los ingredientes.




Atemperamos la leche en el microondas y disolvemos en ella la levadura, colocamos el resultado en la cubeta de la panificadora. Después incluimos el agua, el huevo batido y la mantequilla.





Pesamos la harina y la ponemos dentro, luego el azúcar y la sal. Es importante que la sal y la levadura no se pongan en contacto, si lo hacen no subirá como debe.


Y como si fuéramos magos: ¡abracadabra! Seleccionamos el programa 7 (masas) y ella nos ahorrará el tiempo y el esfuerzo de amasar durante 15 minutos. Dejará una masa brillante y elástica, si la veis muy pegajosa tendréis que poner un poquitín más de harina y amasar unos minutos más.


Alucinante, quiero a esta máquina!! :) Ponemos la preciosa masa resultante en un cuenco engrasado con aceite de oliva y la tapamos. Precalentamos el horno a 50º, lo apagamos y metemos la masa dentro para que leve más rápido. Nosotros la hemos dejado una hora y media y ya había doblado su tamaño.


La hemos puesto sobre la encimera enharinada del jardín, la hemos cortado en pequeñas piezas de unos 50 gramos y el resultado son unos bonitos y redondo bollitos. Los hemos pintado con yema de huevo batida y se han horneado a 180º unos 12 minutos.


Ay qué bien huele todo, ha llegado el olor hasta el jardín, seguro que ha saltado la valla, los cipreses y está entrando en casa de mis vecinos... Me los quiero comer ya! Los he partido con las manos, ha subido el calor hasta mi cara, he sacado la mermelada de naranja y ¡ham! Le he dado un mordisco caliente y jugoso. Tano le ha puesto crema de chocolate y se ha terminado uno en menos de un minuto.


Cualquiera almuerza ahora... camarero ¡otro brioche!

miércoles, 6 de abril de 2011

Bizcocho de la salud y la suerte

Hace dos semanas una amiga de mi madre le llevó para mí un vasito con masa para hacer un bizcocho y un papel en el que se explicaba cómo hacerlo. Según voy leyendo descubro que es algo que ya había oído en otras ocasiones, la receta de un bizcocho conocido como el de las carmelitas descalzas de Sevilla, cuyo fin es pasar en cadena la masa madre y regalar salud y suerte en forma de dulce. No sé si es cierto que viene del convento o no, lo que sí es verdad es que recibir un gesto y después poder generarlo tú es un hecho tierno y amable que no hay que dejar pasar en los días que vivimos.
Yo agradecí sinceramente el regalo y, cuando me ha tocado a mí lo he regalado con cariño y el deseo real de que un bizcocho simbolice salud, amistad, amor, trabajo...
Para prepararlo hacen falta diez días en los que hay que trabajar la masa, tratarla con mimo y con cariño para que, según las indicaciones, sea eficaz. También es necesario manipularla según costumbres antiguas, sin utensilios eléctricos, o sea, sin batidora ni frigorífico. Todo se hará con un cuenco, una cuchara y nuestras manitas.
El inconveniente es que os voy a pasar una receta que no podréis hacer porque es indispensable la masa madre inicial, aunque si queréis hacer una trampita os informo que buscando por Internet podéis encontrar los ingredientes de la masa base. No os los paso porque os develo el truco y le quito encanto al proceso. Bueno, empiezo con nuestra experiencia, ¡ahí va eso!

Cuando tuve el vasito en casa leí que las monjitas aconsejaban empezar la preparación un jueves para que el bizcocho estuviera listo para el sábado de la semana siguiente. Me imagino que no será problema que se empiece cualquier otro día, de hecho yo lo empecé un viernes para terminar en domingo. Voy a describirlo todo día a día:
Día 1: el contenido del vaso se vuelca en un cuenco y se agregan un vaso de harina y otro de azúcar. No se mezcla.


Día 2: se mezcla con una cuchara, yo he usado una de madera.


Día 3: no se toca.
Día 4: no se toca.
Día 5: se agregan un vaso de harina, otro de leche y otro de azúcar. No se mezcla.
Día 6: se mezcla lo anterior con la cuchara.
Día 7: no se toca.
Día 8: no se toca.
Día 9: no se toca.
Día 10: la masa resultante que tenemos en el cuenco la dividimos en 4 partes, 3 serán las que regalemos y con la cuarta elaboramos nuestro bizcochito. En esta ocasión en lugar de ser los dos aprendices de repostero de siempre hemos sido cuatro, mis abuelos han ayudado moviendo, cortando y probando, claro. Jajaja.

RECETA DEL BIZCOCHO.
A nuestra masa le añadiremos lo siguiente:
2 vasos de harina,
1 vaso o medio de azúcar, según gustos personales (le pusimos medio porque a mi abuelito no le viene muy bien que digamos),
1 vaso de aceite de girasol (también le pusimos un poco menos),
1 vaso de leche (yo usé semidesnatada desde el principio),
2 huevos,
1 sobre de levadura,
pizca de canela,
pizca de vainilla,
1 vaso de nueces picadas,
media manzana que tenía mi abuela en la nevera, bien picadita.
Mezclamos todo bien con la ayuda de una cuchara y colocamos en un molde bien engrasado, nosotros usamos uno tipo plum cake.



Lo horneamos a 180º unos 40 ó 45 minutos. En lugar de manzana y nueces podéis incorporar los ingredientes que más os gusten, pepitas de chocolate, pasas, frutos rojos,etc.
Siento no poder incluir fotos del corte del bizcocho porque... ¡No me dió tiempo! Mis abuelos y mi primo que apareció se lo comieron cuando ni siquiera se había enfriado, no aguantaron a que lo decorara siquiera. Mmmmm... Es riquísimo, húmedo y sabroso.


Ojalá llegue un poco de masa madre a vuestras manos y podáis hacer esta receta, desde aquí nosotros os deseamos la misma salud y suerte que a los que dimos nuestros vasitos.

Habas frescas con cebolla

Este fin de semana estuvimos en el pueblo y una prima nos dió 4 kilos de habas frescas, qué olor a campo tenía la bolsa... Mis abuelos y yo las pelamos con paciencia, sacando las semillas y tirando las vainas, una excusa estupenda para sentarse un rato al sol.

Así es como nos las entregaron, enteras, frescas, verdes, húmedas del rocío de la mañana, fantásticas.


Así estaban después, fuera de la vaina que las protegían y casi listas para ser cocinadas. Mi abuela, que además de ser una súperabuela tiene una mano para la cocina prodigiosa, es la que me ha dado la receta. Bueno, es un decir porque sus indicaciones han sido: un poquito de.., un chorrito de.., una pizca de.., cuando estén tiernas esto... Total, que me coloqué a su lado y he intentado pasar a unidades o gramos lo que ella iba haciendo.



INGREDIENTES:
4 kilos de habas frescas (que será 1 kilo y medio aprox. ya peladas),
2 cebollas,
4 dientes de ajo,
aceite de oliva,
2 ramas de tomillo,
1 rama de hierbabuena,
agua,
sal,
manzanilla de Sanlúcar de Barrameda.

PREPARACIÓN:
En una cazuela ponemos un par de cucharadas de aceite de oliva y, cuando éste esté caliente ponemos dentro todos los ingredientes en crudo. La cebolla y los ajos picados, las habas bien lavadas, las ramitas de tomillo fresco y hierbabuena, un buen chorro de manzanilla, un poquito de agua y sal a gusto.
Si las habas son buenas deben estar tiernas en unos 10 minutos a fuego lento, si fueran de peor calidad habría que esperar alrededor de 20. Antes de servir corregimos de sal.


Como se observa en la foto la vajilla de mi abuelita es espectacular, de bonita y de antigua, porque ahí donde lo veis este plato tan increíble ronda los 100 años.

viernes, 1 de abril de 2011

Tartar de salmón y aguacate


Son dos ingredientes que nos gustan mucho y que usamos con mucha frecuencia en la cocina así que casi siempre están los dos en nuestro frigorífico. Anoche llegamos tarde y necesitábamos obtener energía sin gastar la poca que nos quedaba a esas horas. Abrimos la nevera y allí estaban: el salmón ahumado, el aguacate, la cebollita… Justo lo que necesitábamos, una cena sana, ligera y rápida.
Aprovecho para romper una lanza a favor del aguacate, que es uno de mis alimentos básicos y lo que más se sabe de él es que es muy calórico. Y es verdad pero también es cierto que vitaliza el sistema inmunológico, mejora la visión, protege a las células de los daños por estrés, previene las enfermedades cancerígenas y del hígado, mejora la digestión de alimentos, es rico en fibra y ayuda a reducir el colesterol. ¡A comer aguacate hombre!
Bueno, al lío, INGREDIENTES para dos personas:
1 aguacate grande
250 gr. de salmón marinado o ahumado
1 cebolleta o media cebolla
2 huevos duros
hierbabuena
También está riquísimo con tomate natural, con huevas de salmón, con zumo de lima, con alcaparras o pepinillos. Nosotros no le pusimos nada más porque queríamos algo ligero pero con todo lo anterior está maravilloso. Ni siquiera le añadimos aceite porque ya el aguacate lo aporta, ni sal porque el salmón tenía un puntito de sal estupendo.
Un consejo, si lo vais a preparar para no comerlo inmediatamente es importantísimo que añadáis al aguacate un ácido (vinagre de vino o manzana, zumo de limón o de lima) para que no se oxide y se oscurezca. Perderá el color verde fresco y no tendrá buena pinta.

PREPARACIÓN:
Picamos bien todos los ingredientes y podemos hacer dos cosas: o ponerlos por capas o mezclarlos todos. Nosotros optamos por lo segundo por la comodidad aunque reservamos un poco de huevo duro picado para poner por encima.
Utilizando un molde cuadrado para emplatar, lo rellenáis de la mezcla, con cuidado lo retiráis y se acabó. Una cena sanísima y muy rica.